Como en el resto del país se
celebran tanto las fiestas religiosas (24 y 25 de diciembre y 6 de
enero) como las paganas (31 de diciembre y 1 de enero). Sin embargo, se
conserva una figura ancestral que caracteriza estas fechas en el País
Vasco, El Olentzero. Hay que decir que durante la dictadura esta figura
estuvo prohibida.
Es un personaje mítico, un
mensajero, un pastor que grita que es Navidad. En algunas partes de
Euskadi es un granjero y en otras un hombre de carbón; todos ellos
comparten el hecho de traer buenas noticias. En Alava el Olentzero es un
hombre de carbón, quien después de haber vivido en la montaña, regresa a
su pueblo para traer buenas nuevas y disfrutar de un buen banquete que
acabe con el hambre que ha sufrido.
Viste blusón y pantalón oscuro, una
chaqueta azul marino y boina negra; al cuello lleva un pañuelo de
cuadros azules y blancos. A veces lleva un farolillo colgado de una vara
larga con el que ilumina el camino y siempre lleva un saco negro a medio
llenar donde lleva los regalos.
Al Olentzero hay que escribirle una
carta con las peticiones. Los niños buenos verán cumplidos sus deseos en
la noche del 24 de diciembre, mientras que para los que han sido malos,
curiosamente no les deja carbón, sino que pasa de largo. |