La Epifanía o Adoración de los Reyes Magos
es fijada por tradición en el 6 de enero, según disposición de la
iglesia católica desde el siglo IV y conmemora la primera revelación de
Jesús a los gentiles. Sin embargo, la tradición de traer juguetes a los
niños no empieza hasta bien entrado el siglo XIX. En algunos países anglosajones es, además, el día
en que se quitan los adornos navideños para conjurar la mala suerte del
año entrante.
Sólo el Evangelio de San Mateo los
menciona, aunque sin hacer referencia al número, nombre, ni procedencia
de éstos.
"Nacido, pues, Jesús en Belén de Judea en
los días del rey Herodes, llegaron del Oriente a Jerusalén unos magos
diciendo: ¿Dónde está el rey de los judíos que acaba de nacer?". Mateo 2, 1-2
"Y al entrar en la casa, vieron al niño
con su madre María, y postrándose, lo adoraron; y abriendo sus tesoros,
le ofrecieron presentes: oro, incienso y mirra". Mateo 2:11
En la antigüedad y dependiendo del país
que tratemos los "magos" tenían muchas
funciones: astrólogos, médicos, sacerdotes y consejeros de los reyes.
Nunca se trataba de personas jóvenes, sino de ancianos (aunque
probablemente ya a los cuarenta años una persona era considerada anciana
y sabia).
Pero vayamos por partes. Los Reyes Magos,
a lo largo de la historia han experimentado algunas transformaciones.
Por ejemplo, no siempre fueron tres y Baltasar no fue negro hasta el
siglo XIV.
Las interpretaciones sobre ellos han sido
varias. Una de ellas dice que eran hermanos. Según otra, Melchor venía
de Persia, Baltasar de India y Gaspar de Arabia. Otros, argumentan que
podrían haber sido astrólogos babilonios o sacerdotes persas,
cultivadores de las ciencias, particularmente de la astronomía desde el
punto de vista teológico. Sin embargo, la más difundida cuenta que
vinieron de Oriente y que iban guiándose por una estrella que les
condujo hasta Belén, donde buscaron al Niño Jesús recién nacido y le
adoraron ofreciéndole oro, incienso y mirra.
Su destino tras la adoración es incierto.
San Mateo sólo dice que regresaron a su país por otro camino para evitar
a Herodes. La tradición piadosa afirma que fueron discípulos de Santo
Tomás. Otros, que fueron consagrados obispos y que murieron mártires
hacia el año 70. Sus supuestas reliquias fueron trasladadas a Colonia
hacia el siglo XII, donde todavía hoy son veneradas en un relicario
bizantino de la catedral de dicha ciudad.
Desde muy antiguo el tema de los Reyes
Magos ha sido ejecutado por pintores y escultores. Los han representado
en número variable de dos, tres, cuatro incluso ocho y doce. Es en el
siglo V cuando el Papa León I el Magno establece definitivamente en tres
su número.
El primero en atribuir el color negro a
Baltasar es el monje inglés Beda el Venerable (672-735), que los
describe así en un códice: "Melchor, anciano de blancos cabellos y
larga barba del mismo color; Gaspar, más joven y rubio; Baltasar, negro".
También es él quien los consideró representantes de Europa, Asia y
Africa, para así acentuar la soberanía universal de Cristo sobre las
razas y países. No obstante, no aparece ninguna representación del Rey
negro hasta el siglo XIV. En el siglo XV, Petrus de Natalibus fijó que
Melchor tenía sesenta años, Gaspar cuarenta y Baltasar veinte.
Sus nombres aparecen por primera vez en la
iglesia de San Apolinar Nuovo, en Rávena (Italia). En un mosaico del
siglo VI en el que son representados vestidos a la forma persa. Sobre
sus cabezas se puede leer de derecha a izquierda: Melchor, Gaspar y
Baltasar.
Simbología de los Reyes
Magos
Sus ofrendas:
-
ORO.- representando la naturaleza real
de Jesús, como presente conferido a los reyes.
-
INCIENSO.- que representa la naturaleza
divina, empleado en el culto en los altares a Dios.
-
MIRRA.- compuesto embalsamador para los
muertos, representando el sufrimiento y la muerte futura de Jesús.
Tres por:
-
representantes de las tres razas
conocidas en la antigüedad
-
representantes de las tres edades del
hombre
-
representantes de los tres continentes
conocidos en la antigüedad: Asia, Africa y Europa.
Artabán. El Cuarto Rey
Mago
El nombre de Artabán proviene del persa y
no es sino un personaje ficticio protagonista del cuento de Navidad "El
Otro Rey Mago", escrito por Henry van Dyke en 1896.
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