Dado que en los Evangelios no se
menciona la fecha exacta del nacimiento de Jesús y siguiendo la política
de la Iglesia de absorber los ritos paganos en lugar de reprimirlos, se
proclama en el año 345, por influencia de San Juan Crisóstomo y San
Gregorio Nacianzeno el día 25 de diciembre como fecha de la
Natividad; aprovechando de este modo las celebraciones del solsticio de
invierno y la llegada de la primavera. |