Tomamos un trozo de
porexpan y lo tallamos con la ayuda de un cutter moldeándolo con la
forma deseada.
Pasamos el cutter
en dirección contraria a la textura del porexpan, para que tome
aspecto rugoso. Una vez tallado el tronco de la palmera lo pintamos
en tonos grisáceos.
Empezamos con una
capa de color gris, una vez seco otra de marrón; otra de un marrón
más claro; y con la técnica del pincel seco una última mano de gris
blanquecino. Finalmente lo dejamos secar. Es conveniente que entre
capa y capa de pintura dejemos un tiempo de secado.
Para la elaboración
de las hojas, tomamos hojas reales de una adelfa y la cortaremos
simulando las palmas de una palmera.
Una vez seco el
tronco y cortadas las hojas las pegamos con silicona caliente,
montando la copa de la palmera a nuestro gusto, es decir, más o
menos frondosa.
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