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En esta ocasión la transformación
ha sido más laboriosa. Por la posición de la figura es imposible
meter una hoja de sierra y he tenido que recurrir al limado del
barro de las partes que necesitaba retocar: piernas (de rodilla
para abajo), manitas y la piedra en la que se sienta, obteniendo
como resultado final el que se ve en las siguientes fotografías. |