Cortamos los junquitos al tamaño
que necesitamos para nuestra jaula. Pegamos unos con otros para
conformar la estructura y atamos con el hilo unas partes a otras
para darle mayor consistencia. Ojo, no cerrar del todo la jaula
o no podremos introducir en ella las palomas.
Con la pasta de papel moldeamos
nuestras palomas. Las dejamos secar, pintamos y las ponemos
dentro de la jaula. Ahora sí, podemos terminar de rematar la
jaula.
Para completar la escena del
vendedor de palomas a la puerta del Templo, he montado una
pequeña mesa que luego he cubierto con un tapete y sobre éste he
pegado unas pepitas de pimiento secas y pintadas en plata y
cobre simulando monedas. |