La palabra
"navidad" es una contracción de "natividad", que significa natalicio. Esta
fiesta hizo su aparición en la Iglesia Católica y de allí se extendió al
protestantismo y al resto del mundo.
Son muchas las
culturas y religiones antiguas, en las que el culto al Sol tenía una
importancia fundamental, con ellas celebraban en el solsticio de invierno el
nacimiento del astro rey, el advenimiento de un dios joven que cada año
moría y resucitaba al ritmo de los ciclos naturales, y daba comienzo al
inicio del año agrícola. Así los antiguos egipcios, griegos y romanos, y los
creyentes de diversas religiones de Oriente, celebran en el solsticio de
invierno los nacimientos de dioses o fundadores religiosos como Horus,
Apolo, Mitra, Dionisio, Krisna, Manú o Buda. Según el historiador Rethoré,
la mayoría de estos personajes sagrados... "Tienen el mismo carácter. Nacen
el 25 de diciembre, en el solsticio de invierno, de una virgen madre, en una
gruta o establo, entre animales; curan a los enfermos, resucitan a los
muertos. En fin, todos mueren y resucitan, porque el Sol, vencido
periódicamente por la noche renace cada mañana y cada primavera".
La política de
la Iglesia, en sus comienzos, consistía en absorber los ritos paganos
existentes. En el caso que nos ocupa, buenamente pudieron ser la Saturnal
romana, que se celebraba entre el 17 y el 23 de diciembre y a la que le
seguía la Brumalia (25 del mismo mes), tal y como apunta la Nueva
Enciclopedia de Conocimiento Religioso, de Schaff-Herzog, donde explica que
en estas festividades se conmemoraba el día más corto del año y el nuevo sol
con bulliciosas diversiones y banquetes. Sin embargo, otras fuentes como la
Enciclopedia Católica dice: "... Los primeros indicios de ella provienen de
Egipto... Las costumbres paganas relacionadas con el principio de enero¹
se centraron en la fiesta de la Navidad". En la misma
enciclopedia y, bajo la entrada "Día Natal", encontramos que Orígenes (uno
de los padres de la Iglesia) reconoció: "... No vemos en las Escrituras que
nadie haya guardado una fiesta ni celebrado un gran banquete el día de su
natalicio. Solo los pecadores (Faraón y Herodes) celebran con gran regocijo
el día en que nacieron en este mundo".
En la Edad
Media, la Iglesia incorporó los nacimientos y villancicos a sus costumbres,
siendo los banquetes el punto de culminación de las celebraciones. Este
nuevo estilo de festejos es prohibido en 1552 en Gran Bretaña. Después de
medio siglo, Carlos II la recuperó, para volver a desvanecerse en la época
victoriana.
En el siglo
XIX, Europa ha visto revivir con fuerza la Navidad, inaugurando rituales que
todavía se mantienen en nuestros días, como el Arbol de Navidad, en Alemania
(de donde partió al resto de Europa e incluso a Estados Unidos); los
villancicos, unos han sido recuperados y otros son de nueva composición; las
tarjetas de Navidad, que se empezaron a imprimir en Londres en 1846; San
Nicolás y el Espíritu de la Navidad. Y en España, y por excelencia, el Belén
y los Reyes Magos.
La Navidad en
España comparte tradiciones con el resto de Europa, principalmente la de
reunirse las familias para disfrutar y compartir; las calles se iluminan con
luces de colores, los escaparates se llenan de regalos curiosos y adornos
navideños, las grandes superficies transforman sus stand para poderlos
llenar con los juguetes que los niños encargarán a Papá Noel o a los Magos
de Oriente y hay más bullicio en las calles, bien abrigados, pues el frío no
importa. Sin embargo, los símbolos que caracterizan nuestra Navidad son: la
Lotería de Navidad, con sus "bolas de la suerte" y con la que damos comienzo
a los festejos y, por supuesto el Belén, con él se pretende representar el
Nacimiento de Jesús por calles, plazas, instituciones, escaparates
comerciales e incluso en los hogares.
Actualmente la
Navidad es tiempo de gran actividad comercial, intercambio de regalos,
reuniones con amigos, comidas familiares. El matiz religioso que conlleva lo
decide cada familia, pero el que más y el que menos se siente invadido por
el Espíritu de la Navidad y renacen en nosotros la solidaridad, la
tolerancia y los deseos de AMOR, PAZ Y FELICIDAD.
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