Queridos Reyes Magos:
Como cuando era pequeña llevo días
pensando en escribiros y son tantas las cosas que se amontonan que me
temo que al final ninguna me llegaría. Por tanto, he decidido que no voy
a pediros nada material; al fin y al cabo son cosas que se rompen, se
desgastan, se pierden o simplemente terminan guardándose en el cajón del
olvido.
Mi lista de buenos deseos para el
2008, y desde la ilusión del niño que todos llevamos dentro, es para
todos, dejando a vuestro buen juicio el reparto como mejor creáis
conveniente:
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Amor para todos.
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Paz en los países que libran
conflictos armados.
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Justicia e igualdad de derechos para
las mujeres maltratadas y violadas; para los que por su condición
social, religiosa o sexual son discriminados.
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Una buena infancia para los niños
maltratados, explotados laboral y sexualmente, para los niños
soldados...
-
Una atención adecuada para
discapacitados y personas con dependencias.
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Mejor educación, tolerancia y
respeto en las escuelas.
-
Mayor tolerancia y respeto por
colectivos marginados como inmigrantes e indigentes.
Ya sé que no es lo normal solicitar
carbón, se supone que vosotros mejor que nadie sabéis quien ha sido
merecedor de tal galardón, pero ahí van mis sugerencias:
-
A todos los que vulneran los
Derechos Humanos.
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A los que explotan laboral o
sexualmente a los niños.
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A los que discriminan a las mujeres
por ser mujeres.
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A los jueces y juezas que durante
este año han patinado con sus sentencias.
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A los políticos que de algún u otro
modo han vulnerado derechos o sensibilidades de sus conciudadanos en su
afán por controlar el mundo y sus riquezas.
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