Nació en Pastrana, Guadalajara. Su obra es casi en tu
totalidad de temática religiosa y además está englobada dentro del
naturalismo tenebrista de Caravaggio.
Del catálogo de obras de Maíno, destacamos dos óleos de
gran tamaño pintados ambos en 1612: “La adoración de los Pastores” y “La
adoración de los Magos”, donde podemos observar cómo se recrea en las
texturas y los detalles lujosos.
En ambos, se puede ver que las composiciones están
llenas de gestos y poses que ofrecen una sensación de dinamismo, acción
y movimiento plena.
El realismo se hace patente en la imagen del rey
Baltasar, dónde Maíno plasmo un genotipo africano perfecto.
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