Vivió
en Creta hasta los 26 años, donde fue maestro de iconos de estilo
posbizantino. Tras residir durante 10 años en Italia, se convirtió en
pintor renacentista, primero en Venecia, siguiendo el estilo de Tiziano
y Tintoretto y después en Roma, donde estudió a Miguel Angel.
Se estableció en Toledo hacia 1577 (después de pasar por
Madrid en 1576), donde vivió hasta su muerte.
Su obra está compuesta principalmente por grandes lienzos
concebidos para los retablos de las iglesias, cuadros de devoción y
varios retratos de un nivel sublime; todo ello, bajo un estilo personal
que se caracteriza por figuras muy alargadas, delgadas y de aspecto
fantasmal, pues además parecen irradiar una iluminación propia, pero
siempre llenas de expresividad.
En cuanto al color, encontramos generalmente grandes
contrastes, colores muy luminosos y llamativos sobre fondos casi siempre
oscuros.
Destacamos su obra titulada "La Adoración de los
Pastores", pintada entre 1612 y 1614, que se conserva en el Museo del
Prado de Madrid, y que fue concebido para la cripta de la iglesia de
Santo Domingo el Antiguo, Toledo, y que el artista hizo para que colgase
sobre su propia tumba en la mencionada iglesia.
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