Las escuelas de Ur en
tiempos de Abraham
En 1922 y 1934, durante expedición
arqueológica dirigida por Sir Charles Leonard Woolley, se
descubrieron ladrillos de arcilla que indican algunas de las
materias que se enseñaban en dichas escuelas. Los alumnos escribían
sus lecciones en ladrillos; tenían las tablas de multiplicar y
dividir, y alumnos más avanzados sabían raíz cuadrada y cúbica, con
lecciones de geometría práctica. Las lecciones de gramática incluían
ejemplos de conjugación de verbos.
Escuelas de Egipto en
la niñez de Moisés
La tradición nos dice que Moisés
concurrió a la escuela del templo del Sol en Heliópolis. Hay
indicaciones de que recibía lecciones de artimética, usando la
anotación de la escala decimal.
En las escuelas egipcias se estudiaba
astronomía, arquitectura, agrimensura, así como medicina, química,
metales, música. Es de suponer que Moisés debió tener una cultura
amplia, y de acuerdo con las normas del Egipto antiguo, que eran de
alto calibre.
La educación bajo la
Ley de Moisés
La obligación de educar a la juventud
había sido delegada por la ley mosaica a los padres. El hogar debía
ser la escuela y los padres eran los maestros. El reglamento decía
así: "Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu
corazón: y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando
en tu casa y, andando por el camino, al acostarte y cuando te
levantes; y has de atarlas por señal en tu mano, y estarán por
frontales entre tus ojos y las escribirás en los postes de tu casa,
y en tus portadas" (Deutoronomio 6:6-9). Esto mismo es lo que
contenía la mezuzah.
Se entiende en las Escrituras que la
madre se entendía con la mayor parte del entrenamiento y enseñanza
de los hijos en sus primeros años de vida. El Libro de los
Proverbios habla de "Palabras del rey Lemuel; la profecía que le
enseñó su madre" (Prov. 31:1). Las hijas, sin duda, quedaban bajo el
cuidado y guía de las madres hasta que se casaban. Como los jóvenes
iban creciendo, entonces eran enseñados por sus padres, aun cuando
nunca salieran del entrenamiento materno.
Solamente en las familias que
disponían de algunos recursos la enseñanza se confiaba a los
tutores, por ser muchos los hijos. Las escuelas para la enseñanza de
los jóvenes no las hubo en operación sino hasta mucho más tarde.
El tabernáculo, y más tarde el templo,
debían ser lecciones objetivas de la verdad divina. Cada séptimo
año, en la fiesta de los tabernáculos, el sacerdote leía la Ley al
pueblo. De esa manera también los sacerdotes y los levitas eran
maestros en la tierra.
Las escuelas de
profetas
Samuel formó la escuela de profetas,
donde los jóvenes, mayormente los levitas, se entrenaban para
enseñar la ley de Dios al pueblo.
Estas escuelas eran para la enseñanza
y estudio de la ley y la historia de Israel, cultivando también la
música y poesía sagradas. A estos jóvenes se les estudiaba mental y
espiritualmente para ver que estuvieran en capacidad para ejercer
una mayor influencia para el bien sobre el pueblo de su tiempo.
Las escuelas de las
sinagogas cuando Jesús era niño
El niño judío era enviado a la escuela
cuando estaba entre el quinto y sexto año de vida. Los alumnos
estaban de pie junto al maestro, o se sentaban en el suelo en un
semicírculo de frente a él. Cuando los niños tenían diez años
la Biblia era su único texto. De los diez a los quince la ley
tradicional era la materia más importante, y un estudio de la
teología como se enseñaba en el Talmud era aplicado a aquellos
mayores de quince años.
El estudio de la Biblia principiaba el
libro de Levítico, y se continuaba con otros pasajes del Pentateuco,
luego seguían con los Profetas, y finalmente las demás Escrituras.
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