El Templo de
Jerusalén es el centro de la vida religiosa judía. En tiempos de
Jesús acaba de ser reconstruido por Herodes el Grande, aunque no
está completamente terminado.
El nuevo Templo es
grandioso. Construido sobre los planos del primero, de piedra
blanca, realizado con placas de oro, se yergue en el centro de una
explanada de 480m de largo por 300m de ancho, cubierta de mosaicos
de colores, desde la que domina la ciudad. Con sus pórticos de
soberbias columnas de mármol, despierta la admiración de los
contemporáneos de Jesús.
Tradicionalmente los
judíos asistían al Templo diariamente, así como los sábados y días
de luna nueva. Y para asistir cada mañana todos los días a dar
gracias y tributar alabanzas a Dios, y así mismo por las tardes.
Había ceremonias anuales en las que todos los judíos peregrinaban al
Templo para llevar las primicias de sus cosechas como ofrenda al
Creador.
En el Templo, el Cohén
o sacerdote oficiaba diariamente, bendecía al pueblo y gozaba de
privilegios especiales. Por ley, los sacerdotes tenían que ser
miembros de la tribu de Leví, descendientes de Aarón, el primer gran
sacerdote. Los levitas descendientes del tercer hijo del patriarca
Jacob, ayudaban a las tareas sacerdotales, como cantores, músicos y
maestros. Al resto de la población se le denominaba Israel.
La palabra Sinagoga,
de origen griego, designa para los judíos del tiempo de Jesús la
casa destinada al estudio de la Biblia y a la oración, así como a la
comunidad que se reúne en ella.
Muchos historiadores
creen que su origen se remonta al exilio de Babilonia (586-536
a.C.). Durante este destierro babilónico, los judíos llevaron
consigo la Toráh (la Ley) y sus tradiciones. El santuario menor que
se menciona en Ezequiel 11:6 fue interpretado como una casa de
estudio en donde se ofrecía a los judíos la oportunidad de estudiar
la Toráh, de rezar por la redención y de encontrar consuelo en su
nuevo entorno, después de la separación forzada de la Tierra Santa y
de la pérdida del Templo y de su ritual consagrado.
A diferencia de
Jerusalén, en Babilonia la reverencia pública no podía llevarse a
cabo en plazas abiertas, por lo que los judíos construyen
instalaciones apropiadas para el rezo, el estudio y demás
actividades comunitarias. Estas construcciones por lo general, se
realizan en el lugar más elevado de la ciudad, aunque a veces
también a orillas de un río. Es rectangular y está orientada hacia
Jerusalén.
Dentro, al fondo, un
cofre sagrado, el Arca, ante el cual arden permanentemente unas
lámparas, contiene los rollos sagrados de la Toráh.
Una asamblea de
ancianos designaba un jefe de Sinagoga, cuya función era presidir y
organizar la oración, escoger a los que la dirigían, leían y
comentaban las Escrituras. Un asistente cuidaba la sinagoga,
presentaba el texto al lector e instruía a los niños.
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