El
carpintero
Realiza todos los
oficios de la madera: es leñador, carrocero (constructor de
carretas), ebanista, escultor, etc. Decora el interior de las casas
de los ricos, fabrica y repara los muebles, así como los
instrumentos agrícolas (arados, horcas, trillos...)
Trabaja con el hacha,
la azuela, el martillo, la sierra, el cordel, el lápiz, las tijeras
y el compás.
El
albañil
Extrae la piedra y la
talla. Cava tumbas y fosos, construye las casas de los ricos, etc.
Sus instrumentos son: el mazo, la sierra, la plomada, la regla y el
cordel. Los ladrillos que utiliza son de tierra arcillosa amasada
con paja, a la que da una forma rectangular dejándola secar al son,
son los adobes.
El
alfarero
Fabrica toda clase de
objetos de arcilla: tinajas para conservar papiros y pergaminos,
cántaros, tablillas para escribir, juguetes, utensilios para la
cocina y la limpieza (jarras, copas, fuentes, lámparas...)
Después de haber
pisado la arcilla para hacer la pasta, el alfarero la pone en un
torno que acciona con la mano o mediante un pedal. Luego seca los
objetos obtenidos, los pule, los barniza y los pasa por el horno.
Esta operación, al igual que las demás, requiere mucha atención: a
cada calidad de arcilla le corresponde un tiempo de cocción y una
temperatura particular.
El
orfebre
Fabrica joyas de oro,
plata, marfil, piedras preciosas, nácar, bronce...
Los orfebres graban
también sellos en las piedras y metales preciosos (sellos que los
propietarios imprimen sobre cera o arcilla y que sirven como firma
en los documentos).
El
herrero
Trabaja el hierro y el
bronce (es decir, una aleación de cobre y estaño). Fabrica objetos
para el culto, armas y, más tarde, utensilios de cocina.
Sus herramientas: el
martillo de forja, el yunque y el fuelle.
Los primeros herreros
aparecen en Israel en el tiempo de David y de Salomón. Adoptan las
técnicas de los filisteos y cananeos. El cobre se extrae de la
península del Sinaí y el hierro del sur del Mar Muerto.
El
tintorero
Tiñe las telas y las
pieles. Los colores más bonitos son el grana y el púrpura, obtenidos
de quermes (insecto) y del múrice (molusco)
El
tejedor
Como la mayoría de la
gente teje sus propias ropas, el tejedor sólo confecciona ropas de
lujo y las vestiduras que utilizan los sacerdotes en el templo.
El
curtidor o zurrador
Primero pone las
pieles de cordero y cabra en remojo, y después las deja secar. Luego
las curte y las trabaja. Fabrica odres para la conservación y
transporte del vino, de la leche y del agua; asientos, ropas (mantos
y túnicas), correas, sandalias, cinturones, pergaminos...
El
batanero
Limpia la lana de
cordero y de cabra. La desengrasa remojándola en agua y luego la
deja secar al sol. El olor es tan fuerte que los curtidores y
bataneros deben instalarse en las afueras de las ciudades.
El
escriba
Hasta la creación de
las primeras escuelas (siglo X antes de Cristo), hay escribas.
Escriben los principales acontecimientos de la vida del rey y del
reino. Algunos acometen la redacción de una historia del pueblo de
Israel desde sus orígenes, apoyándose en viejas tradiciones que se
pasan de boca en boca.
Tras el exilio (siglo
IV antes de Cristo), instruyen en las sinagogas. Enseñan a los niños
a leer y escribir a partir de los libros de la Biblia.
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