Historia
La costumbre de hacer el belén en casa se
limitaba a la realiza y a familias nobles y adineradas; las piezas de
estos belenes eran muy lujosas y trabajadas (véase
Belén Napolitano).
Es a partir de bien entrado el siglo XIX
cuando comienza a extenderse a los hogares de todas las clases sociales,
con pequeñas figuras de cartón o barro que eran traídas de tierras
murcianas y granadinas y se podían comprar en mercadillos y tiendas de
cacharrería.
Los belenes se convierten de este modo en
espacios festivos en torno a los cuales se reúne la familia a cantar
villancicos. |
Construcción
Para su construcción, tradicionalmente se
han utilizado materiales naturales como el corcho, el musgo, la escoria
(desecho de las cocinas y calderas de carbón)... Esta última fue durante
un tiempo un material muy utilizado en los montajes de los belenes. Sin
embargo, en la actualidad, y debido a la evolución tecnológica, es
prácticamente imposible de localizar en el medio urbano, lo que ha dado
pie a una lógica evolución en el uso de materiales y medios técnicos.
Figuras
Se suelen realizar con figuras de barro,
aunque de igual modo que en los materiales de construcción aquí también
han entrado en juego otros materiales para su elaboración como el
plástico, escayola, marmolina, durexina, etc.
Características
No se atiene a normas históricas,
introduciendo anacronismos como la climatología, animales, alimentos,
plantas, oficios que no se corresponden con la época. Con frecuencia
recrea el ambiente de cada región o pueblo, ofreciendo sus propias
particularidades; nos encontramos con figuras ataviadas con trajes
regionales, personajes típicos de la cultura de una zona; calles y
edificios emblemáticos; usos, costumbres y tradiciones; y casi siempre
todo aquello que a juicio del autor quede armónico en el belén. |