Según el relato de Lucas (2:41-52), en el
viaje de regreso a Nazareth y tras una jornada de viaje, María y José se
dan cuenta de que Jesús no va con ellos en la caravana. Retroceden sobre
sus pasos de nuevo hacia Jerusalén. Tras tres angustiosos días de
búsqueda lo hallan en el Templo hablando con unos muy asombrados Doctores
de la Ley.
Las costumbres judías no obligaban a la
mujer a hacer el peregrinaje al Templo al menos una vez al año, ya que
estaban atadas por sus responsabilidades domésticas y el cuidado de los
niños. No obstante, el Evangelio nos da a entender que María iba todos
los años a Jerusalén. Cuando Jesús cumple los doce años lo llevaron
consigo. Era un viaje de un centenar de kilómetros que se hacía en tres
días a pie y en caravana, posiblemente por la ruta más larga del Jordán,
para evitar el paso por Samaria. Varios grupos de familiares, amigos y
vecinos se juntaban para acompañarse mutuamente.
Seguramente, una vez en la ciudad, tomaron
parte en los holocaustos del Templo, y en el culto y oraciones. El 14 de
Nisán se comía el cordero pascual, el 15 se celebraba la gran fiesta de
la Pascua y el 16 se presentaban como ofrendas las primicias de las
cosechas.
Pasados los tres días principales de la
fiesta, gran parte de los peregrinos emprendían el camino de vuelta a
sus casas y formaban entonces caravanas de retorno, y todos las que las
integraban partían a la hora acordada. A lo largo del camino, durante el
día, quizás se separaban los grupos unos de otros, pero al llegar el
atardecer se juntaban en el sitio convenido de antemano para pernoctar
juntos.
Es entonces cuando notan la ausencia y da
comienzo la zozobra y angustia de la pareja. ¿Dónde se encontraba Jesús?
Muchas han sido las especulaciones, aunque
posiblemente las más escuchadas hayan sido las siguientes:
Podría haber sido en la sinagoga que se
cree había en el recinto del Templo. Pero, aparte del hecho de que su
existencia no ha sido probada, de haber existido hubiera sido muy poco
probable que se hubiera permitido a un niño que hablara durante el culto
o después. Es en cambio, sabido según la Mishná (ley oral tradicional
judía), que algunos Doctores de la Ley, que sesionaban en la segunda
corte (corte de apelaciones) de las tres que tenía el Sanedrín, se
sentaban algunos días a enseñar informalmente bajo un grupo de
columnatas del Templo. Es posible que en una de esas sesiones, en la que
los oyentes se sentaban en el suelo, el Niño hiciera alguna pregunta, o
contestara a alguna de ellos de forma que hizo que la atención se
centrara en él.
De los textos apócrifos sólo el evangelio árabe de la infancia
hace mención sobre esta escena:
-
Jesús en medio de los doctores
(L:1-3). "Cuando Jesús cumplió los doce años, subieron con él a
Jerusalén, para la fiesta. Y, esta terminada, regresaron a su hogar.
Mas Jesús se separó de ellos, y quedó en el Templo, entre los
pontífices, los ancianos del pueblo y los doctores de Israel,
preguntándoles y respondiéndoles sobre puntos de doctrina. Y todos
se admiraban de las palabras, inspiradas por la gracia, que salían
de su boca [...]"
-
Jesús hallado en el Templo (LIII:1-2).
"Y mientras se cambiaban estas conversaciones y otras semejantes,
sobrevino María, que, durante tres días, erraba con José en busca de
Jesús. Y lo encontró sentado entre los doctores, preguntándoles y
respondiéndoles [...]"
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