José Caifás, saduceo, era el Sumo
Sacerdote en la época de Jesús. Flavio Josefo nos cuenta de él que
accedió al cargo de Sumo Sacerdote alrededor del 18 d.C., nombrado
por Valerio Grato y depuesto por el legado Vitelio hacia el 36 d.C.
Según el Evangelio de Juan (18:13),
fue yerno de Anás, que había ejercido el mismo cargo anteriormente
(años 6-15) y seguía teniendo alto prestigio entre los miembros del
Sanedrín, por lo que ambas figuras se reparten la responsabilidad de
los sucesos que conducen a la muerte de Jesús a manos de los
romanos.
Su larga permanencia en el Sumo
Sacerdocio es indicativo de que mantenía unas muy buenas relaciones
con la administración romana. En los escritos de Flavio Josefo, se
mencionan en varias ocasiones los insultos de Pilatos a la identidad
religiosa y nacional de los judíos y las voces de personajes
concretos que se alzaron protestando contra él. La ausencia del
nombre de Caifás entre los que se quejaron de los abusos de Pilatos,
pone de manifiesto las buenas relaciones que había entre ambos. Esa
misma actitud de cercanía y colaboración con la autoridad romana es
la que se refleja también en lo que cuentan los evangelios en torno
al proceso de Jesús y su condena a muerte en la cruz.
Tras la muerte de Jesús, Caifás sigue
persiguiendo a la iglesia cristiana primitiva.
Aunque la Biblia no habla más de él,
se dice que Caifás murió asesinado en la toma de Jerusalén por los
romanos. En 1990 la tumba de la familia de Caifás fue encontrada
accidentalmente en la necrópolis de Talpiot, en Jerusalén. En total
se encuentran doce osarios, uno de los cuales lleva la inscripción
"Joseph bar Kaiapha" (José, hijo de Caifás), con el mismo nombre que
Flavio Josefo atribuye a Caifás. Se trata de unos osarios del siglo
I, y los restos contenidos en ese recipiente bien podrían ser los
del mismo personaje mencionado en los evangelios. |