Torres
de asalto rodantes
Para el asalto de las murallas
enemigas utilizaron las torres móviles. Eran de origen asirio y
estaban construidas de madera, con una altura superior a las
murallas a las que se quería acceder y eran revestidas en ocasiones
de metal. Por su interior se accedía de un piso a otro por
escaleras. Disponían de varias troneras por las que poder hostigar
al enemigo.
Eran montadas sobre troncos de madera
y empujadas por soldados o con ayuda de animales. Algunas tenían en
su base montado un ariete
Escorpio
Versiones pesadas del arco,
construidas por un elemento fuertemente tensado, que al ser liberado
impulsaba grandes dardos. Era el arma más terrible, muy fácil de
manejar y de gran precisión, lanzaba los proyectiles de hierro con
finas puntas a distancias de hasta 400m; por lo generalmente estas
puntas se disparaban encendidas para incendiar el interior de los
fortines.
Los "Regio Scorpio" eran los
legionarios que las manejaban.
Onagro
Arma de asedio de tipo catapulta que
tenía un mecanismo de torsión. Era montada en el lugar del asedio
por un mínimo de 8 hombres sobre una base de tierra aplastada o
ladrillos que disminuyera la vibración al ponerse en marcha.
Constaba de un marco de madera que servía de tope al brazo cuando
éste salía disparado, evitando así su rotura. Este brazo estaba
rematado en su punta por una cuchara o una bolsa de piel colgada en
la que se cargaba una piedra pesada que podía lanzarse a una
distancia de hasta 800m tras haber sido bajado el brazo por un
mecanismo de torsión. Al liberar el conjunto por medio de una
palanca situada en el lateral opuesto a la rueda giratoria que
bajaba el brazo.
Se utilizaba para destruir torres de
defensa y barrer la parte superior de las murallas.
Ariete
Era usado para romper las puertas de
las murallas durante el asedio. Podía ser de dos formas: en la más
básica, era un tronco que cargaban e impulsaban varios soldados. En
su forma más sofisticada, eran impulsados por cuerdas dentro de un
marco de madera, así como ir protegidos por un tejadillo para evitar
que fuera destruido por el enemigo desde la muralla; al ser mayores
de tamaño eran necesarios más soldados para su uso. También podían
ser apoyados sobre rodillos o ruedas, dando una mayor velocidad
antes de golpear el objeto.
Corvus
Se usaba en las galeras romanas. Era
una pasarela de madera que tenía un par de garfios o pinchos en la
punta. Iba situado en la proa de modo que al acercarse al barco
enemigo resultara fácil anclarlo a éste para el abordaje.
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