El ejército romano tuvo distintos
tipos de reclutamiento y servicio militar a lo largo de su historia,
siempre dependiendo de las necesidades y modificaciones de cada una
de las etapas políticas por las que pasó Roma.
Monarquía
Durante este período el servicio
militar afectaba a los ciudadanos de entre 17 y 60 años. Hasta los
45 participaban directamente en las campañas y los mayores defendían
las ciudades y formaban la reserva.
Las clases altas estaban obligadas a
prestar el servicio militar, ya que su cumplimiento era
imprescindible para poder acceder a las magistraturas del Estado y
hacer carrera política.
La organización política básica en
aquella época era la "gens¹". La
leva² obligaba a cada gens a
proporcionar un cierto número de hombres armados más otros hombres
de apoyo. El requisito básico era ser ciudadano romano, pasando a
formar parte de la infantería y caballería pesadas; o bien ciudadano
de algún pueblo bajo dominio romano, en cuyo caso pasaban a formar
parte de las filas de los vélites y caballería ligera.
La leva sólo era obligatoria en
tiempos de guerra, pero las continuas guerras en las que Roma se
veía implicada hacían que en la práctica la leva siempre estuviese
en vigor.
República
Las primeras medidas adoptadas para
fortalecer al ejército consistieron en aumentar sus fuentes de
reclutamiento. Si la monarquía había reclutado su ejército entre los
patricios, en la República y ante la necesidad de incrementar el
número de hombres que formaran filas, llevó a admitir la
incorporación de plebeyos, sin consideración de su fortuna, de
edades comprendidas entre los 17 y 46 años.
El adiestramiento se iniciaba con un
entrenamiento físico realizado con el equipo (entre 20 y 30kg.
aproximadamente), e incluía marchas y carreras de obstáculos.
Posteriormente la instrucción militar incluía la práctica de
movimientos aplicables en las guerras y el manejo de las armas (ver
artículo "Disciplina y Entrenamiento").
Imperio
Normalmente no era necesario forzar el
reclutamiento, pues el número de voluntarios era suficiente para
cubrir las necesidades. Los ciudadanos romanos podían alistarse en
cualquier unidad, pero preferentemente lo hacían en las legiones,
mientras que los peregrinos o personas libres no ciudadanas, eran
enviados a las tropas auxiliares. Un caso especial lo constituían
las tropas de guarnición en Roma, ya que la Guardia Pretoriana y las
Cohortes Urbanas³ se nutrían con
ciudadanos romanos itálicos y de las provincias más romanizadas,
como la Bética, Macedonia o la Galia Narbonense; mientras que las
Cohortes de Vigiles eran reclutadas fundamentalmente entre los
libertos, personas que tenían vetado el acceso al resto de los
cuerpos.
Requisitos
Los requisitos legales necesarios a lo
largo de los tiempos fueron variando; en la época imperial los
requisitos para el alistamiento voluntario fueron los siguientes:
-
Ser ciudadano romano.
-
Saber leer y escribir.
-
Estar legalmente censado y estar en
poder de certificado de buena conducta que debían solicitar a las
autoridades municipales, incluyendo avales de familiares y amigos
recomendando al aspirante.
-
Ser soltero. Los legionarios tenían
prohibido casarse, aunque una vez alistados se solía hacer la
vista gorda y aunque no podían legalizar su situación familiar
hasta su licenciatura vivían amancebados.
También se les exigía cumplir unos
requisitos físicos mínimos para el alistamiento:
-
Tener entre 16 y 20 años.
-
Una estatura mínima de 1,70m.
-
No sobrepasar un determinado peso y
tener una determinada masa muscular. En general se buscaba un tipo
de recluta delgado y fibroso.
-
Superar las pruebas físicas.
Tras presentarse a las autoridades
municipales y si el aspirante cumplía todos los requisitos, era
enviado a la capital de su provincia donde se le realizaba un examen
físico, se comprobaban sus documentos y se le hacía entrega de un "stipendium"
o dieta que servía para pagar el viaje al cuartel general de la
legión a la que habían sido adscritos.
1.-
La gens fue una institución de la Antigua Roma que agrupaba a un
conjunto de familias en torno a un mismo nombre, que en teoría
indicaría la presencia de un antepasado común a todas ellas. La
pertenencia a una determinada gens comprendía una serie de derechos
y obligaciones con respecto al resto de miembros. El deber de
socorro mutuo, el derecho a poseer las propiedades de la gens, a ser
sepultado en el lugar común, o la prohibición de contraer matrimonio
con un miembro de la misma gens.
Hay que destacar que el origen del
Derecho sucesorio romano se sitúa en la idea de que los bienes de
los integrantes de una misma gens deben permanecer dentro de ella
cuando se produce una transmisión patrimonial mortis causa. La mayor
parte de los ordenamientos jurídicos del Derecho continental
contemporáneo han recibido la influencia del Derecho Romano,
mostrando los rasgos característicos de este principio en los
cálculos de legítimas y sucesiones intestadas. Así, por ejemplo, la
legítima del cónyuge viudo, en el Derecho español, consiste siempre
en un usufructo, que no podrá ser perpetuado y no supondrá una fuga
indirecta del patrimonio del fallecido hacia personas que no le
hubieran sucedido directamente.
2.-
Se conoce como leva al reclutamiento obligatorio de la población
para servir en el ejército.
3.-
Las Cohortes Urbanas fueron una unidad de élite del ejército romano
creada por el emperador Augusto como una de las unidades de la
guarnición de Roma, junto con las Cohortes Pretorianas y las
Cohortes de Vigiles. Su organización comprendía tres cohortes de
1.000 soldados a las órdenes de sendos Tribunos, que a su vez
dependían del Praefectus Urbi o Prefecto de Roma. Su tiempo de
servicio era de 16 años. Se trataba de infantería pesada, aunque
estaba destinada a mantener el orden dentro de la ciudad, y en
contadas ocasiones combatió de forma regular.
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