Monarquía
En los primeros tiempos no había
distinción entre ejército y legión. Roma disponía de una sola legión
de hasta 3.000 infantes y 300 caballeros. Sin embargo, las guerras
en aquella época eran escaramuzas limitadas que acababan con el
invierno, y es dudoso que alguna vez se llegara a reunir un ejército
al completo. Ni siquiera era un cuerpo permanente, se reclutaba y
licenciaba según las necesidades.
Los 300 caballeros formaban la
caballería del ejército de la Antigua Roma. Estaban bajo el mando de
tres tribunos de la caballería, los "Tribuni Celerum", y el jefe
supremo de la caballería era el "Magister Equitum".
El mando supremo de los infantes
correspondía inicialmente al rey y después a los Cónsules o
Dictadores (o a los legatus). El mando de los infantes de cada
legión correspondía a los Tribunos de la milicia.
Los infantes fueron divididos en cinco
clases según su armamento, y siempre en función de la riqueza
personal, siendo las tres primeras llamadas "hoplitas", debido a su
armadura; y las otras dos "vélites" (cuyo significado es veloces).
República
Se organizó con una estructura más
formal y estricta. Como las guerras eran más frecuentes y habían
dejado de ser simples escaramuzas, las batallas requerían más
planificación.
La lealtad del ejército se reforzaba
por el juramento de fidelidad y obediencia a los superiores (ver
artículo Disciplina y Entrenamiento).
Durante este período se solía reclutar
un máximo de tres o cuatro legiones. Sin embargo, siguieron
teniendo, como durante la monarquía, una existencia efímera.
Cada legión quedó al mando de un
Cónsul elegido por un período de un año; lo más habitual es que
éstos nombrasen a su vez un legado, más profesional y con capacidad
de mando al que situaban al frente de la legión.
La figura del tribuno militar aparece
en el 331 a.C. La legión se organizó en seis cuerpos, dirigidos por
los tribunos militares electos. Estos cuerpos se dividían a su vez
en otros diez, las centurias, bajo el mando de los centuriones.
Imperio
En esta época el ejército estaba
formado por treinta legiones, de unos 5.300 hombres cada una, aunque
llegó a tener 6.000. La legión era ya un cuerpo permanente, podía
variar en número y composición pero siempre existía; cada una con
sus símbolos, historia y glorias particulares. En ellas había gran
variedad de especializaciones: soldados, zapadores, policía militar,
cuerpo médico, etc. |