Objeto sagrado que guardaba las tablas
de los Diez Mandamientos, la Vara de Aarón y una vasija con el maná
que alimentó a los judíos en el desierto. Es uno de los misterios de
la Biblia. Mencionada más de 200 veces en el Antiguo Testamento y 2
más en el Nuevo. Se le atribuían poderes extraordinarios, como que
era capaz de provocar graves enfermedades e incluso la muerte para
aquellos que la tocaran; detener el curso de los ríos y aplastar
montañas, destruir ejércitos enteros...
Según se detalla en la Biblia, fue
construida al pie del Monte Sinaí por Bezaleel y otros "hombres
hábiles a los que Yahaveh había dado pericia", siguiendo las
minuciosas instrucciones que recibió Moisés de Dios: el Arca estaba
hecha de madera de acacia negra, revestida de láminas de oro puro
por dentro y por fuera. Medía 1'31m de largo por 0'78m de alto y
ancho. Una guirnalda de oro la rodeaba en su parte inferior. A ambos
lados llevaba fijos cuatro anillos de oro a través de los cuales se
insertaban dos pértigas de acacia recubiertas también de oro. Sobre
la tapa del cofre o propiciatorio descansaban dos querubines,
igualmente dorados. Estos querubines extendían las alas con
tendencia a tocarse las puntas, de modo que el espacio que quedaba
entre las figuras y el propiciatorio formaba un triángulo sagrado.
Este espacio abierto se llamaba oráculo, mediante el cual se
comunicaba Dios.
Su transporte y cuidado estaba
reservado a la tribu de los levitas de la familia de Caath. Ella
abría la marcha durante los años de expedición por el desierto y
estaba siempre a la cabeza del pueblo.
Al plantar el Tabernáculo era situada
en el Sancta Sanctorum; un velo la separaba del resto del recinto,
el mismo con el que era envuelta para su transporte.
Su contenido
-
Un Jarro con Maná. Esta era la
comida sobrenatural con la que Dios proveyó para sostener a los
israelitas mientras cruzaban el desierto. Era un alimento que
entregaba salud y disponían de él en abundancia; aún así el
pueblo se quejaba del maná y querían volver a Egipto para comer
carne. Entonces Dios le dijo a Moisés: "Pon un poco de maná en
el Arca. Quiero esta evidencia" (Exodo 16:32-34). Simboliza su
rechazo a la provisión de Dios.
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La Vara de Aarón. Este era el
palo que simbolizaba el liderazgo de Dios sobre la gente a
través de Moisés y Aarón. La gente se levantó en revuelta en
contra del liderazgo y Dios ordenó a los rebeldes que una noche
dejaran sus varas en el Tabernáculo junto a la de Aarón, a la
mañana siguiente la vara de Aarón había brotado. Esta era la
prueba de que Dios estaba liderando a través de ellos. En esta
ocasión Dios le dijo a Moisés: "Pon esta vara en el Arca. La
quiero como evidencia (Números 17:10). Simboliza la rebeldía en
contra del liderazgo de Dios.
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Las Tablas de la Ley. Son los
diez mandamientos. A pesar de que Dios los escribió para Moisés,
la gente los quebró en una loca e idólatra orgía. Moisés se
enfureció tanto que cuando volvió de la montaña rompió los
originales, así que Dios tuvo que hacer nuevas tablas. Después
de que hizo esto dijo: "Pon estas tablas en el Arca. Las quiero
como evidencia" (Deuterenomio 31:26-27). Simboliza la
desobediencia a la Ley de Dios.
Un Arca muy
viajera, pero ¿qué pasó con ella?
Durante cientos de años fue llevada
por los judíos de un lugar a otro como podremos ver.
Viaja por el desierto hasta la Muerte
de Moisés en Horma. Siguió bajo la dirección de Josué, pasó el
Jordán donde hizo que las aguas se separaran para que el pueblo
judío pudiera cruzar el río y entró en Palestina.
Fue llevada a Jericó, donde da a
Israel su primera victoria militar en Canaán. A continuación la
instalaron en Gilgal, cerca del Mar Muerto, para desplazarla después
a Siquem, donde renovó el pacto con Yahveh.
Tras un breve paréntesis en Betel, el
Arca se quedó durante una buena temporada en Siló, donde fue cuidada
por el sacerdote Eli y desde donde fue llevada a la batalla de Afec,
en la que los filisteos se apoderan de ella y la exhibieron como
trofeo de guerra. Sin embargo, la felicidad de los filisteos duró
poco, pues una serie de extrañas enfermedades y muertes sobre ellos
relacionadas con el Arca les obliga a devolverla a los judíos siete
meses más tarde.
Para entonces el Arca se quedó en Bet
Semes, provocando la muerte de 70 hebreos que intentaron mirar en su
interior. El miedo al Arca hizo que ésta se "exiliara" a Quirat
Jearim, donde fue custodiada durante veinte años por Abinadab; hasta
que el rey David se propuso llevársela a Jerusalén. En el traslado
murió un hombre, Uza, al tocar el cofre en un intento porque no
cayera al suelo y se dañara, y se decidió que ésta "descansara" en
casa de Obededom de Gat. Una vez pasado el incidente, se preparó una
tienda en Jerusalén donde estuvo el Arca hasta que Salomón terminó
su Templo, donde permaneció hasta algo después del 900 a.C., cuando
misteriosamente desaparece. Desde entonces no se hace mención de
ella en la Biblia, perdiéndole la pista para siempre.
¿Dónde se encuentra? Dos teorías hay
al respecto:
Si el Arca fue capturada, la teoría
con mayor fundamento es que fue despedazada para quedarse sólo con
el oro cuando los babilonios conquistaron Jerusalén en el 586 a.C.
La creencia de que el Arca fue
rescatada y escondida en una bóveda secreta para tesoros ha sido el
pilar fundamental de una búsqueda que se ha prolongado por siglos.
Muchas han sido las especulaciones sobre su paradero: Etiopía, a
donde llegaría de manos de la reina de Saba; el Monte Nebo; bajo el
Monte del Calvario, justo bajo el lugar donde estuvo anclada la cruz
de Cristo; enterrada bajo el Templo de Jerusalén, donde los
Caballeros Templarios excavaron en la época de las Cruzadas; en las
ruinas de Gilgal, en Alemania, en el Vaticano...
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