También fue llamado: el Tabernáculo de Reunión, del Testimonio,
del Testigo y la Tienda del Testimonio.
Fue el santuario móvil construido por los
judíos en el desierto durante el éxodo de Egipto, como lugar de
adoración a Dios. Fue revelado a Moisés en el Monte Sinaí (Exodo
25:8-9).
Se colocaba en medio de las demás tiendas.
Tres tribus por lado acampaban a su alrededor. Una pared de cortinas
separaba el Tabernáculo del pueblo mismo, como veremos a continuación:
Era
una estructura pequeña construida con 48 tablas de madera de acacia, y
la parte externa de la corte del tabernáculo tenía 60 pilares en los que
se apoyaban cortinas de lino blanco; con una puerta, tejida igualmente
de lino, con hilos azul, púrpura y escarlata. Medía 2.5m de altura y 10m
de ancho. La puerta estaba localizada al este de la corte. Al entrar lo
primero que se encontraba era el altar de la ofrenda quemada y antes de
entrar en el lugar Santo, estaba el lavamanos de bronce. Pasando el
lavamanos y dirigiéndose hacia el lugar Santo, y a la izquierda, estaba
la lámpara, a la derecha la tabla de los panes, con el altar del
incienso en el centro. Pasando este último, y detrás del velo, cubriendo
el Lugar Santísimo, estaba el asiento de la misericordia en el que
reposaba el Arca del Testimonio o Alianza.
Dentro del área se encontraba el altar de
bronce, el lavatorio y el Mishkan (significa Morada), este último
se componía de dos recintos:
-
El recinto más interno denominado "Lugar
Santísimo o Sancta Sanctorum"
-
Y el externo, llamado "Lugar Santo"
La presencia de Dios descansaba en el
Lugar Santísimo o Kadosh Hakadoshinh. A él sólo podían acceder
los sacerdotes a través de la cámara externa o Lugar Santo.
El atrio exterior
En él podían observarse dos instrumentos:
-
El altar de bronce (Exodo
27:1-8): Harás también un altar de madera de acacia de cinco codos
de longitud, y de cinco codos de anchura; será cuadrado el altar, y su
altura de tres codos. Y le harás cuernos en sus cuatro esquinas; los
cuernos serán parte del mismo; y lo cubrirás de bronce. Harás también
sus calderos para recoger la ceniza, y sus paletas, sus tazones, sus
garfios y sus braseros; harás todos sus utensilios de bronce. Y le
harás un enrejado de bronce de obra de rejilla, y sobre la rejilla
harás cuatro anillos de bronce a sus cuatro esquinas. Y la pondrás
dentro del cerco del altar abajo; y llegará la rejilla hasta la mitad
del altar. Harás también varas para el altar, varas de madera de
acacia, las cuales cubrirás de bronce. Y las varas se meterán por los
anillos, y estarán aquellas varas a ambos lados del altar cuando sea
llevado. Lo harás hueco, de tablas; de la manera que te fue mostrado
en el monte, así lo harás.
-
El lavatorio (Exodo 30:18-21):
Harás también una fuente de bronce, con su base de bronce, para lavar;
y la colocarás entre el tabernáculo de reunión y el altar, y pondrás
en ella agua. Y de ella se lavarán Aarón y sus hijos las manos y los
pies. Cuando entren en el tabernáculo de reunión, se lavarán con agua,
para que no mueran; y cuando se acerquen al altar para ministrar, para
quemar la ofrenda encendida para Jehová, se lavarán las manos y los
pies, para que no mueran. Y lo tendrán por estatuto perpetuo él y su
descendencia por sus generaciones.
Era en el altar de bronce donde se rociaba
la sangre de los sacrificios que cubrirían los pecados del pueblo.
Después del sacrificio y antes de entrar en el Mikdash, el sacerdote
lavaba sus manos y pies en el agua contenida en el lavatorio. Ambos
artefactos representaban la limpieza por la sangre y la limpieza por
medio de la palabra.
El Lugar Santo
En él se encontraban cuatro componentes:
-
La mesa de los panes de la
presencia o proposición (Exodo 25:23-30): Harás asimismo una mesa
de madera de acacia; su longitud será de dos codos, y de un codo su
anchura, y su altura de codo y medio. Y la cubrirás de oro puro, y le
harás una cornisa de oro alrededor. Le harás también una moldura
alrededor, de un palmo menor de anchura, y harás a la moldura una
cornisa de oro alrededor. Y le harás cuatro anillos de oro, los cuales
pondrás en las cuatro esquinas que corresponden a sus cuatro patas.
Los anillos estarán debajo de la moldura, para lugares de las varas
para llevar la mesa. Harás las varas de madera de acacia, y las
cubrirás de oro, y con ellas será llevada la mesa. Harás también sus
platos, sus cucharas, sus cubiertas y sus tazones, con que se libará;
de oro fino los harás. Y pondrás sobre la mesa el pan de la
proposición delante de mí continuamente.
-
La menorá (Exodo 25:31-40): Harás
además un candelero de oro puro; labrado a martillo se hará el
candelero; su pie, su caña, sus copas, sus manzanas y sus flores,
serán de lo mismo. Y saldrán seis brazos de sus lados; tres brazos del
candelero a un lado, y tres brazos al otro lado. Tres copas en forma
de flor de almendro en un brazo, una manzana y una flor; y tres copas
en forma de flor de almendro en otro brazo, una manzana y una flor;
así en los seis brazos que salen del candelero; y en la caña central
del candelero cuatro copas en forma de flor de almendro, sus manzanas
y sus flores. Habrá una manzana debajo de dos brazos del mismo, otra
manzana debajo de otros dos brazos del mismo, y otra manzana debajo de
los otros dos brazos del mismo, así para los seis brazos que salen del
candelero. Sus manzanas y sus brazos serán de una pieza, todo ello una
pieza labrada a martillo, de oro puro. Y le harás siete lamparillas,
las cuales encenderás para que alumbren hacia adelante. También
sus despabiladeras y sus platillos, de oro puro. De un talento de oro
fino lo harás, con todos estos utensilios. Mira y hazlos conforme al
modelo que te ha sido mostrado en el monte.
-
El altar del incienso (Exodo
30:1-10): Harás asimismo un altar para quemar el incienso; de
madera de acacia lo harás. Su longitud será de un codo, y su anchura
de un codo; será cuadrado, y su altura de dos codos; y sus cuernos
serán parte del mismo. Y lo cubrirás de oro puro, su cubierta, sus
paredes en derredor y sus cuernos; y le harás en derredor una cornisa
de oro. Le harás también dos anillos de oro debajo de su cornisa, a
sus dos esquinas a ambos lados suyos, para meter las varas con que
será llevado. Harás las varas de madera de acacia, y las cubrirás de
oro. Y lo pondrás delante del velo que está junto al arca del
testimonio, delante del propiciatorio que está sobre el testimonio,
donde me encontraré contigo. Y Aarón quemará incienso aromático sobre
él; cada mañana cuando aliste las lámparas lo quemará. Y cuando Aarón
encienda las lámparas al anochecer, quemará el incienso; rito perpetuo
delante de Jehová por vuestras generaciones. No ofreceréis sobre él
incienso extraño, ni holocausto, ni ofrenda; ni tampoco derramaréis
sobre él libación. Y sobre sus cuernos hará Aarón expiación una vez en
el año con la sangre del sacrificio por el pecado para expiación; una
vez en el año hará expiación sobre él por vuestras generaciones; será
muy santo a Jehová.
-
Velo. Era la puerta al Lugar
Santísimo (Exodo 26:31-33): También harás un velo de azul, púrpura,
carmesí y lino torcido; será hecho de obra primorosa, con querubines;
y lo pondrás sobre cuatro columnas de madera de acacia cubiertas de
oro; sus capiteles de oro, sobre basas de plata. Y pondrás el velo
debajo de los corchetes, y meterás allí, del velo adentro, el arca del
testimonio; y aquel velo os hará separación entre el lugar santo y el
santísimo.
El significado del pan es la provisión
física de Dios para su pueblo. La menorá representa la luz de Dios y el
altar del incienso las oraciones de intercesión hechas a Dios en nombre
de su pueblo.
El velo lograba la separación entre el
Lugar Santo y el Santísimo. Este, indicaba que un ser humano no podía
aproximarse para morar abiertamente ante la presencia de Dios.
El Lugar Santísimo o
Sancta Sanctorum
Dentro de él se encontraba el Arca de la
Alianza. Descansando sobre ella el "Jacaporet" o propiciatorio.
Integrados en éste se encontraban dos querubines frente a frente. Cada
uno de ellos con la cara hacia abajo significando la manera de acercarse
a Dios.
El sacerdote entraba en el recinto tan
sólo una vez al año y siempre llevaba en su mano la sangre de la
expiación. Moisés, por el contrario, era el único que podía entrar en él
sin necesidad de sacrificio cuantas veces quisiera, porque Dios allí
hablaba con él y le daba instrucciones para el pueblo (Exodo 25:22). |