Es quizá la más universal
de las figuras profanas y el más conocido de los personajes que van a
adorar. Se encuentra con mucha preferencia en la Provenza, Sicilia y
Alemania. Esta figuraba en todos los puestos del mercadillo de Navidad y
era figura obligada en todos los pesebres familiares. Era de rigor
colocarla entre los primeros pastores de pie que esperan para poder
adorar.
Ignasi Carbonell mantiene
una teoría del Pesebre Provenzal que antes se ponían todos los santos
camino de la cueva o establo y que con el tiempo fueron haciéndose
personajes del pueblo. Así San Juan Bautista, cuya iconografía le
representa como pastor con cordero, sería el bisabuelo de los actuales
pastores con cordero al hombro.
Si se tiene en cuenta,
dicha figura es de las que incluso en las tiendas de los chinos casi es
la figura obligada a poner junto con el nacimiento. También es una
figura muy popular entre los santones franceses y dentro del belén
napolitano. |