La tarde es lluviosa en Zaragoza, he quedado a media tarde en el taller
de Lola Simón, allí me ha enseñado buena parte de sus trabajos de años
anteriores y los nuevos proyectos que tiene entre manos. Por mi parte he
quedado maravillado por la técnica y buen hacer que tiene. Después de
ver sus obras nos sentamos para hacer esta entrevista, y tengo que decir
que ha sido un rato muy agradable.
ASINBE: ¿De dónde viene tu interés por el
belén?
Lola Simón: Empecé con el belén
particular de casa, cuando nació mi primer hijo. Intentar hacer una
pequeña escenografía para retomar esa afición de niña y volver a poner
otra vez el belén de casa.
A.: ¿Cómo nació esta afición en ti?
L. S.: Cuando estaba destinada en un
pueblo del maestrazgo, soy veterinaria, que se llama Cantavieja. Allí la
propietaria de la casa en la que vivía alquilada tenia un patio muy
grande en el que ponía todos los años un belén inmenso -ocupaba todo el
patio-. A mi regreso a Zaragoza, y como ya he comentado con el
nacimiento de mi primer hijo, empecé a hacer pequeñas cosas; el primer
año hicimos el portal, el castillo de Herodes, pero mis comienzos fueron
con cajitas de cartón y papel maché. Así comencé.
A.: ¿A qué edad empezaste a hacer belenes?
L. S.: Esto hará unos doce años, mi
hijo tendría unos dos años, por lo tanto yo unos 33.
A.: ¿Cómo,
cuando y de que manera empieza tu trayectoria como artesana profesional?
L. S.: Cuando renuncié a mi trabajo
de veterinaria en la administración, y me vine aquí. Entonces se empezó
a hacer el belén cada vez más grande en casa, venían niños del cole a
verlo, y la gente me decía podrías dedicarte a esto, se te da muy bien,
y eso fue el comienzo. Estamos hablando de este primer belén (el que
tenemos justo al lado de donde hacemos la entrevista) se hizo en el
año 2011, año desde el que llevo siendo artesana, que fue cuando decidí
que iba a intentar que mi profesión fuese esta.
A.: ¿Alguien te impulsó a la hora de entrar en
este mundo?
L. S.: Lo típico, conoces a muchos
amigos belenistas; el Foro de Belenismo, que es la gran Biblia donde
todos hemos aprendido y hay muchísima documentación; y luego he tenido
la suerte de tener muy cerca de mi a una familia de artesanos de casitas
de muñecas, que me han ayudado muchísimo, en muchísimos temas; y mucha
gente que nada tiene que ver con el belén -aunque todo puede estar
relacionado con él- a lo mejor te topas con un arquitecto, o con un
ingeniero, con un diseñador gráfico, un montón de gente que luego tu vas
tomando nota de las experiencias de otros campos y las vas llevando al
belén.
A.: ¿Hubo algún
belén que haya marcado tu trayectoria, o algo que haya marcado tu
estilo?
L. S.: Si, me gustan mucho los
belenes de Pamplona, me vuelven loca; y los italianos, Pigozzi para mi
es lo máximo, me gusta y le sigo mucho, y luego también a parte de los
belenes, me fijo mucho en técnicas modelistas; o sea, hay mucha gente
que son muy buenos modelistas, que los sigo, y me gusta mucho sus
trabajos, y que luego aplico en mis escenografías, ya que el belén no
deja de ser una escenografía.
A.: ¿Definirías tu estilo como perteneciente a
una escuela belenista determinada?
L. S: Es que yo he ido tomando un
poco de aquí y un poco de allá, a ver, yo utilizo mucho Adefix, que se
utiliza en (la asociación de) Pamplona. Yo creo que los de la
escuela de Pamplona son ellos, la técnica del disolvente está explicada
en el Foro de Belenismo, y luego la trabajamos en el taller que tenia
con mi anterior socio. Yo he seguido utilizándola, pero no solo el
disolvente, he utilizado la técnica que usan en Pamplona de hacer las
piedras con cutter, sin embargo el porex no es el de la bolita es el
extruido... No sabría definirme a que escuela pertenezco, es una mezcla
de todo, voy cogiendo lo que me gusta de cada uno y lo que se adapta más
a mi estilo.
A.: ¿En tu
faceta de belenista, que tipo de belenes te gustan más, el belén abierto
o el diorama?
L. S..: Casi siempre he trabajado -y
hasta ahora-, el belén abierto a cuatro o cinco caras. El diorama es un
reto importante por la perspectiva, pero solo hace falta que salga un
encargo y allá que voy.
A.: ¿Cuál es la obra más original o diferente
que has hecho?
L. S.: Me costaría mucho elegir
entre un trabajo u otro. Ha habido muchos que cuando se los ha llevado
el cliente he dicho "¡Ay que pena que se lo lleven!". No hay una que
pueda decir ésta es mi preferida, no. Tengo varias.
A.: ¿De estos belenes que se han llevado, te
hubieses quedado con alguno que hayas dicho, éste me lo quiero quedar
pero no puedo?
L.
S.: Desde el principio sabes que trabajas para que tu obra
salga y se vea por ahí. Quedártelo no tiene sentido. Además siempre
tienes tus manos para volverlo a hacer.
A.: ¿Dentro de qué estilo te gusta trabajar,
histórico, popular, costumbrista...?
L. S.: Me gustan mucho los
costumbristas, pero también he hecho alguno hebreo. Pero siempre me voy
más al costumbrismo porque me gustan mucho las escenas cotidianas. Sin
querer vas a ello.
A.: ¿Cómo preparas el belén? ¿Hay un proyecto
firme con bocetos o fotografías? O por el contrario ¿Tienes una idea
general y la vas desarrollando a medida que vas trabajando?
L. S.: Primero tienes que hablar con
el cliente para saber lo que quiere; una vez que has definido un poco el
estilo que te pide el cliente me documento con fotografías reales para
ver un poco tipos de piedras, estructura, arquitectura..., todo en
conjunto. En función del espacio y lo que se tiene puedes hacer un
pequeño boceto, aunque de lo que se inicia a las transformaciones que
luego sufre hay mucho. Tengo la suerte de que mis clientes me dicen...
"Lola, lo que tú quieras". En definitiva, voy desarrollando y va
saliendo.
A.: ¿De todos los trabajos que realizas en el
belén, qué es lo que más te gusta? Ambientación, paisaje, edificios,
electricidad...
L. S.: Te puedo decir la que menos
me gusta, la electricidad. La pongo porque hay que ponerla, pero no es
con la que más disfruto. Cuando diseñas te gusta, cuando tallas un
ratito, te gusta. Al final no deja de ser mecánico. En la ambientación
te recreas mucho en el detalle. Creo que mis belenes, de alguna manera,
se clasifican porque suelen tener bastante detalle. Siempre se me ha
reconocido por la imitación de la madera en porex, los herrajes de las
puertas... En el fondo es lo que le da vida a todo el conjunto.
A.: ¿Hay alguna escena que aún no hayas hecho y
te gustaría hacer algún día? Es decir, ¿tienes alguna asignatura
pendiente?
L. S.: Muchas. Mi recorrido no es
largo, tampoco llevo tantos años haciendo belenes y se han quedado
muchas escenas sin hacer. Pero son las escenas de vida cotidiana las que
más me gusta hacer.
A.: En caso contrario ¿hay alguna escena que no
pondrías nunca o no te gustaría hacer?
L.
S.: Nunca se puede decir de este agua no beberé, pero hay
escenas más crueles que otras. Una vez me tocó hacer la matanza de los
Inocentes, y hacer la escena la haces. Cuando se pusieron las figuras
daba carne de gallina, es una escena muy dura; puede que porque soy
madre y tengo niños pequeños. Si puedo la evito, pero si te la encargan
la tienes que hacer.
A.: ¿Crees que se tiene que ser creyente para
hacer belenes?
L. S.: No, no es necesario
A.: ¿Tienes algún recuerdo especial de las
navidades de tu infancia?
L. S.: ¿En navidades? Que antes
nevaba mucho, al menos en mi pueblo. Cuando era pequeña me gustaban
mucho esas figuras de plástico que tienen la cabeza muy grande. Me
encantan, son mis preferidas de la infancia; las conservo y las recuerdo
con mucho cariño, tengo pendiente hacerles un belén.
A.: ¿Cómo ves el belén con todas las nuevas
tecnologías y redes sociales? Internet se ha convertido en una utilísima
herramienta de trabajo para todos los sectores. ¿Qué opinión tienes de
la labor que está realizando la ASINBE a través de su Web en la difusión
del belenismo?
L. S.: Es fundamental. Mi trabajo se
conoce por Internet. Mis seguidores están por todo el mundo y mis
trabajos se pueden ver en Estados Unidos, China, Japón, Bélgica,
Italia... Hay muchísima gente y todo gracias a Internet. Creo que es
crucial para desarrollarlo y expandirlo. Directamente todo lo que esté
relacionado con promover el belenismo es bueno para todos, eso está
claro.
A.: ¿Qué consejo le darías a una persona que se
interesa por el mundo del belenismo?
L. S.: Que investigue y haga la
técnica con la que se sienta más cómodo. No hay una mejor que otra,
simplemente cada uno se siente cómodo haciéndolo de una manera y cuando
te sientes cómodo sacas lo mejor que llevas dentro de ti.
A.: ¿Con qué imagineros te gusta trabajar más?
L. S.: Me gustan mucho Enrique Villagrasa y
Daniel Alcántara. Son con los dos con los que más trabajo por sus
figuras muy bien detalladas, tienen movimiento. Me parecen fantásticas.
Y por supuesto, dentro de las nuevas generaciones hay gente nueva, muy
buena que viene pisando fuerte. Está muy bien que las figuras de belén
también evolucionen, no dejan de ser esculturas.
A.:
¿Qué te parecen las nuevas escenas de la Sagrada Familia que últimamente
están realizando casi todos los artesanos, en las que las expresiones
transmiten más calor de familia, son más humanas, más realistas?
L. S.: El nacimiento, evidentemente
es la venida de Jesús al mundo y se representa, valga la redundancia,
con el nacimiento; pero no deja de ser un acto familiar, muy familiar en
el que los protagonistas son un padre, una madre y un niño. Si se hacen
más humanas o más de la época, ¿por qué no?, no deja de representar eso,
el nacimiento de un niño.
A.: ¿Cómo ves el belenismo actualmente?
L. S.: El belenismo está en fase
crítica. Creo que hace falta buscar gente joven e implicarles de alguna
manera. No me preguntes cómo, pero lo que está claro es que en muchas
asociaciones cada vez hay menos gente joven y hay que llegar a ellos que
son los que tienen que tomar el relevo para mantener esta tradición. Sin
embargo, también creo que está mejorando. Antes era muy difícil acceder
a las técnicas belenistas, ahora es mucho más fácil, lo que hace que se
expanda, que la gente se implique, que le guste.
A.: ¿Podríamos decir que estamos pasando de una
fase maestro-alumno a una fase, digamos, "buscador"?
L. S.: Si. Creo que la gente quiere
aprender y hay gente que está dispuesta a enseñar, no hay más.
Simplemente hay que potenciar que la gente esté dispuesta a enseñar y el
qué. Yo nunca pido más de lo que me dan.
A.: ¿Cómo ves el futuro del belenismo?
L. S.: Pues depende de la actitud
que tomen los belenistas en general, ahí se puede reconducir hacia una
parte o hacia otra.
A.: ¿Perteneces a alguna asociación belenista?
L. S.: Ahora mismo no.
A.: Ya para acabar ¿has transmitido tu afición
a amigos o familiares?
L. S.: Todo el mundo se cansa de
decir "ah, eso, ¿ya estás haciendo belén?". Vamos a ver, esto hay que
hacerlo desde el día después de Navidad. Mucha gente que veían el belén
como más lejano ahora lo ven más cercano y evidentemente todo tu círculo
se da cuenta y lo aprecian, más como obra de arte, porque ven desde el
inicio lo que cuesta hacer, cómo se hace. Cuando las cosas las conoces
de cercanía lo ves con otros ojos.
Muchas gracias por esta entrevista y mucha
suerte en todos tus proyectos. |