ENTREVISTAS

 
LOLA SIMON
 
Por Angel Gabriel. Imágenes cedidas por Lola Simón
Noviembre 2015

La tarde es lluviosa en Zaragoza, he quedado a media tarde en el taller de Lola Simón, allí me ha enseñado buena parte de sus trabajos de años anteriores y los nuevos proyectos que tiene entre manos. Por mi parte he quedado maravillado por la técnica y buen hacer que tiene. Después de ver sus obras nos sentamos para hacer esta entrevista, y tengo que decir que ha sido un rato muy agradable.

ASINBE: ¿De dónde viene tu interés por el belén?

Lola Simón: Empecé con el belén particular de casa, cuando nació mi primer hijo. Intentar hacer una pequeña escenografía para retomar esa afición de niña y  volver a poner otra vez el belén de casa.

A.: ¿Cómo nació esta afición en ti?

L. S.: Cuando estaba destinada en un pueblo del maestrazgo, soy veterinaria, que se llama Cantavieja. Allí la propietaria de la casa en la que vivía alquilada tenia un patio muy grande en el que ponía todos los años un belén inmenso -ocupaba todo el patio-. A mi regreso a Zaragoza, y como ya he comentado con el nacimiento de mi primer hijo, empecé a hacer pequeñas cosas; el primer año hicimos el portal, el castillo de Herodes, pero mis comienzos fueron con cajitas de cartón y papel maché. Así comencé.

A.: ¿A qué edad empezaste a hacer belenes?

L. S.: Esto hará unos doce años, mi hijo tendría unos dos años, por lo tanto yo unos 33.

A.: ¿Cómo, cuando y de que manera empieza tu trayectoria como artesana profesional?

L. S.: Cuando renuncié a mi trabajo de veterinaria en la administración, y me vine aquí. Entonces se empezó a hacer el belén cada vez más grande en casa, venían niños del cole a verlo, y la gente me decía podrías dedicarte a esto, se te da muy bien, y eso fue el comienzo. Estamos hablando de este primer belén (el que tenemos justo al lado de donde hacemos la entrevista) se hizo en el año 2011, año desde el que llevo siendo artesana, que fue cuando decidí que iba a intentar que mi profesión fuese esta.

A.: ¿Alguien te impulsó a la hora de entrar en este mundo?

L. S.: Lo típico, conoces a muchos amigos belenistas; el Foro de Belenismo, que es la gran Biblia donde todos hemos aprendido y hay muchísima documentación; y luego he tenido la suerte de tener muy cerca de mi a una familia de artesanos de casitas de muñecas, que me han ayudado muchísimo, en muchísimos temas; y mucha gente que nada tiene que ver con el belén -aunque todo puede estar relacionado con él- a lo mejor te topas con un arquitecto, o con un ingeniero, con un diseñador gráfico, un montón de gente que luego tu vas tomando nota de las experiencias de otros campos y las vas llevando al belén.

 

A.: ¿Hubo algún belén que haya marcado tu trayectoria, o algo que haya marcado tu estilo?

L. S.: Si, me gustan mucho los belenes de Pamplona, me vuelven loca; y los italianos, Pigozzi para mi es lo máximo, me gusta y le sigo mucho, y luego también a parte de los belenes, me fijo mucho en técnicas modelistas; o sea, hay mucha gente que son muy buenos modelistas, que los sigo, y me gusta mucho sus trabajos, y que luego aplico en mis escenografías, ya que el belén no deja de ser una escenografía.

A.: ¿Definirías tu estilo como perteneciente a una escuela belenista determinada?

L. S: Es que yo he ido tomando un poco de aquí y un poco de allá, a ver, yo utilizo mucho Adefix, que se utiliza en (la asociación de) Pamplona. Yo creo que los de la escuela de Pamplona son ellos, la técnica del disolvente está explicada en el Foro de Belenismo, y luego la trabajamos en el taller que tenia con mi anterior socio. Yo he seguido utilizándola, pero no solo el disolvente, he utilizado la técnica que usan en Pamplona de hacer las piedras con cutter, sin embargo el porex no es el de la bolita es el extruido... No sabría definirme a que escuela pertenezco, es una mezcla de todo, voy cogiendo lo que me gusta de cada uno y lo que se adapta más a mi estilo.

A.: ¿En tu faceta de belenista, que tipo de belenes te gustan más, el belén abierto o el diorama?

L. S..: Casi siempre he trabajado -y hasta ahora-, el belén abierto a cuatro o cinco caras. El diorama es un reto importante por la perspectiva, pero solo hace falta que salga un encargo y allá que voy.

A.: ¿Cuál es la obra más original o diferente que has hecho?

L. S.: Me costaría mucho elegir entre un trabajo u otro. Ha habido muchos que cuando se los ha llevado el cliente he dicho "¡Ay que pena que se lo lleven!". No hay una que pueda decir ésta es mi preferida, no. Tengo varias.

A.: ¿De estos belenes que se han llevado, te hubieses quedado con alguno que hayas dicho, éste me lo quiero quedar pero no puedo?

L. S.: Desde el principio sabes que trabajas para que tu obra salga y se vea por ahí. Quedártelo no tiene sentido. Además siempre tienes tus manos para volverlo a hacer.

A.: ¿Dentro de qué estilo te gusta trabajar, histórico, popular, costumbrista...?

L. S.: Me gustan mucho los costumbristas, pero también he hecho alguno hebreo. Pero siempre me voy más al costumbrismo porque me gustan mucho las escenas cotidianas. Sin querer vas a ello.

A.: ¿Cómo preparas el belén? ¿Hay un proyecto firme con bocetos o fotografías? O por el contrario ¿Tienes una idea general y la vas desarrollando a medida que vas trabajando?

L. S.: Primero tienes que hablar con el cliente para saber lo que quiere; una vez que has definido un poco el estilo que te pide el cliente me documento con fotografías reales para ver un poco tipos de piedras, estructura, arquitectura..., todo en conjunto. En función del espacio y lo que se tiene puedes hacer un pequeño boceto, aunque de lo que se inicia a las transformaciones que luego sufre hay mucho. Tengo la suerte de que mis clientes me dicen... "Lola, lo que tú quieras". En definitiva, voy desarrollando y va saliendo.

A.: ¿De todos los trabajos que realizas en el belén, qué es lo que más te gusta? Ambientación, paisaje, edificios, electricidad...

L. S.: Te puedo decir la que menos me gusta, la electricidad. La pongo porque hay que ponerla, pero no es con la que más disfruto. Cuando diseñas te gusta, cuando tallas un ratito, te gusta. Al final no deja de ser mecánico. En la ambientación te recreas mucho en el detalle. Creo que mis belenes, de alguna manera, se clasifican porque suelen tener bastante detalle. Siempre se me ha reconocido por la imitación de la madera en porex, los herrajes de las puertas... En el fondo es lo que le da vida a todo el conjunto.

A.: ¿Hay alguna escena que aún no hayas hecho y te gustaría hacer algún día? Es decir, ¿tienes alguna asignatura pendiente?

L. S.: Muchas. Mi recorrido no es largo, tampoco llevo tantos años haciendo belenes y se han quedado muchas escenas sin hacer. Pero son las escenas de vida cotidiana las que más me gusta hacer.

A.: En caso contrario ¿hay alguna escena que no pondrías nunca o no te gustaría hacer?

L. S.: Nunca se puede decir de este agua no beberé, pero hay escenas más crueles que otras. Una vez me tocó hacer la matanza de los Inocentes, y hacer la escena la haces. Cuando se pusieron las figuras daba carne de gallina, es una escena muy dura; puede que porque soy madre y tengo niños pequeños. Si puedo la evito, pero si te la encargan la tienes que hacer.

A.: ¿Crees que se tiene que ser creyente para hacer belenes?

L. S.: No, no es necesario

A.: ¿Tienes algún recuerdo especial de las navidades de tu infancia?

L. S.: ¿En navidades? Que antes nevaba mucho, al menos en mi pueblo. Cuando era pequeña me gustaban mucho esas figuras de plástico que tienen la cabeza muy grande. Me encantan, son mis preferidas de la infancia; las conservo y las recuerdo con mucho cariño, tengo pendiente hacerles un belén.

A.: ¿Cómo ves el belén con todas las nuevas tecnologías y redes sociales? Internet se ha convertido en una utilísima herramienta de trabajo para todos los sectores. ¿Qué opinión tienes de la labor que está realizando la ASINBE a través de su Web en la difusión del belenismo?

L. S.: Es fundamental. Mi trabajo se conoce por Internet. Mis seguidores están por todo el mundo y mis trabajos se pueden ver en Estados Unidos, China, Japón, Bélgica, Italia... Hay muchísima gente y todo gracias a Internet. Creo que es crucial para desarrollarlo y expandirlo. Directamente todo lo que esté relacionado con promover el belenismo es bueno para todos, eso está claro.

A.: ¿Qué consejo le darías a una persona que se interesa por el mundo del belenismo?

L. S.: Que investigue y haga la técnica con la que se sienta más cómodo. No hay una mejor que otra, simplemente cada uno se siente cómodo haciéndolo de una manera y cuando te sientes cómodo sacas lo mejor que llevas dentro de ti.

A.: ¿Con qué imagineros te gusta trabajar más?

L. S.: Me gustan mucho Enrique Villagrasa y Daniel Alcántara. Son con los dos con los que más trabajo por sus figuras muy bien detalladas, tienen movimiento. Me parecen fantásticas.  Y por supuesto, dentro de las nuevas generaciones hay gente nueva, muy buena que viene pisando fuerte. Está muy bien que las figuras de belén también evolucionen, no dejan de ser esculturas.

A.: ¿Qué te parecen las nuevas escenas de la Sagrada Familia que últimamente están realizando casi todos los artesanos, en las que las expresiones transmiten más calor de familia, son más humanas, más realistas?

L. S.: El nacimiento, evidentemente es la venida de Jesús al mundo y se representa, valga la redundancia, con el nacimiento; pero no deja de ser un acto familiar, muy familiar en el que los protagonistas son un padre, una madre y un niño. Si se hacen más humanas o más de la época, ¿por qué no?, no deja de representar eso, el nacimiento de un niño.

A.: ¿Cómo ves el belenismo actualmente?

L. S.: El belenismo está en fase crítica. Creo que hace falta buscar gente joven e implicarles de alguna manera. No me preguntes cómo, pero lo que está claro es que en muchas asociaciones cada vez hay menos gente joven y hay que llegar a ellos que son los que tienen que tomar el relevo para mantener esta tradición. Sin embargo, también creo que está mejorando. Antes era muy difícil acceder a las técnicas belenistas, ahora es mucho más fácil, lo que hace que se expanda, que la gente se implique, que le guste.

A.: ¿Podríamos decir que estamos pasando de una fase maestro-alumno a una fase, digamos, "buscador"?

L. S.: Si. Creo que la gente quiere aprender y hay gente que está dispuesta a enseñar, no hay más. Simplemente hay que potenciar que la gente esté dispuesta a enseñar y el qué. Yo nunca pido más de lo que me dan.

A.: ¿Cómo ves el futuro del belenismo?

L. S.: Pues depende de la actitud que tomen los belenistas en general, ahí se puede reconducir hacia una parte o hacia otra.

A.: ¿Perteneces a alguna asociación belenista?

L. S.: Ahora mismo no.

A.: Ya para acabar ¿has transmitido tu afición a amigos o familiares?

L. S.: Todo el mundo se cansa de decir "ah, eso, ¿ya estás haciendo belén?". Vamos a ver, esto hay que hacerlo desde el día después de Navidad. Mucha gente que veían el belén como más lejano ahora lo ven más cercano y evidentemente todo tu círculo se da cuenta y lo aprecian, más como obra de arte, porque ven desde el inicio lo que cuesta hacer, cómo se hace. Cuando las cosas las conoces de cercanía lo ves con otros ojos.

Muchas gracias por esta entrevista y mucha suerte en todos tus proyectos.

 

©  LA WEB ASINBE (2007-2009) - V. 2.0